Alrededor del 6% de las pérdidas y desperdicios mundiales de alimentos se produce en América Latina y en el Caribe: en México se desperdician 94 kg por persona al año, en Colombia 70 y en Brasil 60, según datos del informe elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la organización británica sobre residuos WRAP de 2021.
Esto supone que alrededor del 15% de los alimentos disponibles en esta región no se aprovecha: la situación es preocupante cuando más de 47 millones de sus habitantes pasan hambre.
¿Qué provoca este desaprovechamiento en los hogares, comercios y restaurantes? ¿Por qué es importante reducir el desperdicio de alimentos en América Latina? ¿Cómo se puede combatir?
La importancia de reducir el desperdicio de alimentos en América Latina
El desperdicio de alimentos no es solo un problema de los países ricos, donde los consumidores compran más de lo que pueden comer. También lo es de los países en vías de desarrollo. En el caso de los países latinoamericanos, no hay una información sólida acerca del desperdicio de alimentos para los ciudadanos ni para las empresas.
Y ello impide entender que el desperdicio de alimentos en América Latina tiene un impacto en la sostenibilidad medioambiental y en los sistemas alimentarios. Además, merma la disponibilidad de los alimentos, reduce los ingresos y deriva en un aumento de los precios para los consumidores.
Con los alimentos que se desperdician en la región en la venta al detalle se podría alimentar a más de 30 millones de personas, lo que equivale al 64% de quienes padecen hambre en América Latina y el Caribe. Pero el desperdicio de alimentos sanos y nutritivos sigue fuera de control.
Causas de la pérdida y el desperdicio de alimentos
El desperdicio de alimentos no sucede solo en los hogares de América Latina y del Caribe. Se produce en diferentes etapas y puntos de la cadena de alimentación como observamos a continuación.
Desperdicio de alimentos en América Latina en la cadena alimentaria*
Etapa de la cadena y % aproximado de desperdicio
Producción - 28%
Consumo (hogares, restaurantes y hoteles) - 28%
Manipulación y almacenamiento - 22%
Mercado y distribución - 17%
Procesamiento - 6%*Informe ‘Pérdidas y Desperdicios de Alimentos en América Latina y el Caribe 2014’ de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
¿Qué provoca estas pérdidas? Las causas son varias:
- Alimentos que no se consideran ‘estéticos’ para ponerlos a la venta.
- Manejo incorrecto de los alimentos congelados en su cadena de frío.
- Plagas o condiciones climáticas adversas, que afectan a las cosechas.
- Mal etiquetado de alimentos y productos –por ejemplo, en cuanto a forma de consumo y vida útil.
¿Cómo se produce el desperdicio de alimentos en América Latina en diferentes agentes de la cadena alimentaria?
En la granja y en el campo
Cosechar en el momento inadecuado –sin considerar el ciclo de desarrollo de cada tipo de vegetal, fruta o verdura, por ejemplo–; sequías, inundaciones u otras incidencias derivadas del cambio climático; las prácticas erróneas al plantar, cosechar y manejar las materias primas; los retos y problemas en la comercialización de productos para su distribución local, regional o exportación, así como malas prácticas o accidentes en el procesamiento y envasado de productos alimentarios son algunas de las causas del desaprovechamiento de alimentos en granjas y cultivos.
Cadena de suministro
Cuando no se dan las correctas condiciones de almacenamiento para los alimentos, no solo se generan pérdidas significativas a nivel de productos y económicas, sino que también se reduce su vida útil. Gestionar la cadena de frío es básico para evitar pérdidas en la calidad y en la cantidad de alimentos que tienen que llegar a puntos de venta, hogares, hoteles y restaurantes.
La gestión de la cadena de suministro supone también contar con una infraestructura física –por ejemplo, para garantizar las mejores condiciones de transporte– y logística comercial eficiente que eviten o reduzcan la merma de alimentos y productos perecederos.
Comercio minorista
Una mejor previsión del estocaje, una toma de decisiones más cuidadosas al elegir los productos a la venta y una política firme en cuanto a las fechas de caducidad puede reducir el derroche de alimentos.
Para alinear de manera eficiente los esfuerzos a la hora de planificar y tomar decisiones, existen soluciones tecnológicas que ayudan a medir y realizar un seguimiento del desperdicio de alimentos en el comercio minorista: permiten, por ejemplo, gestionar el inventario de manera automatizada, con una mejor visibilidad y control respecto a la medición manual, y reducir los costes de compra y el desperdicio.
Consumo en hogares, restaurantes y hoteles
La planificación de menús, de la compra y el aprovechar las ‘sobras’ son medidas aplicables a hogares, restaurantes y hoteles que quieren evitar el desaprovechamiento de alimentos.
Reducir a cero la cantidad de comida desaprovechada no es algo que se pueda conseguir a corto plazo. Pero es necesario planear qué se puede hacer para cambiar el destino de los alimentos sobrantes para que no vayan a parar a la basura de los hogares o de una cocina profesional.
Lea nuestra guía para reducir el desperdicio de alimentos en la hostelería.
Cómo se está combatiendo el desperdicio de alimentos en América Latina
La innovación, las políticas públicas, la sensibilización y el comportamiento responsable y sostenible pueden promover acciones contra el desperdicio de alimentos en América Latina.
Donación de alimentos
Existen plataformas electrónicas para ayudar a vincular la oferta con la demanda, que deben apoyarse con marcos legales que regulen la donación por parte de las empresas y una red logística sólida para recuperar alimentos.
La iniciativa mundial SAVE FOOD busca la colaboración y la creación de sinergias que impulsen la reducción del desperdicio de alimentos entre donantes, administraciones públicas, instituciones financieras y la industria del envasado de alimentos. Su objetivo es crear planes para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos y sensibilizar a todos los agentes implicados en la cadena alimentaria.
Iniciativas y leyes nacionales
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se encarga de impulsar y hacer un seguimiento de las leyes que regulan la pérdida y el desperdicio de alimentos. Con sus acciones pretenden impulsar la innovación tecnológica, la seguridad y la soberanía alimentarias, el desarrollo rural y el tratamiento de desechos o la donación de alimentos.
A modo de ejemplo, estas son algunas de las políticas sobre el desperdicio de alimentos que se observan en cuatro países de América Latina:
Leyes que regulan las pérdidas y desperdicios de alimentos en países de América Latina*
Argentina
- Donación a favor de organizaciones benéficas.
- Combate y sensibilización sobre el desperdicio de alimentos.
- Obligación de productores y supermercados de donar alimentos aptos para el consumo humano.
Colombia
- Combate y sensibilización sobre el desperdicio de alimentos.
- Obligación para productores y supermercados de donar alimentos aptos para el consumo humano.
México
- Obligación para comerciantes de alimentos y supermercados de donar los alimentos a punto de expirar a instituciones de asistencia (bancos de alimentos) para su posterior distribución a los beneficiarios finales.
- Incentivo a la donación de alimentos aptos para el consumo humano.
- Prohibición del desperdicio irracional o injustificado de alimentos.
- Deducciones fiscales en la donación de alimentos a organizaciones benéficas.
Perú
- Políticas públicas a través de campañas de sensibilización, mejoras en las cadenas de producción, inversión en infraestructura e innovación tecnológica.
*Fuente: Avances legislativos sobre prevención y reducción de pérdidas y desperdicios de alimentos en América Latina y el Caribe. Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Año 2021.
Sensibilización pública
La ciudadanía tiene que conocer qué prácticas pueden ayudar a reducir el desperdicio de alimentos y qué acciones se realizan a nivel público y privado, para sumar esfuerzos. Desperdiciar comida tiene efectos sociales, económicos y ambientales.
Por ello, todos los actores de la cadena alimentaria y los consumidores deben saber qué perjuicios o problemas genera la pérdida y el desperdicio de alimentos, cómo su (re)aprovechamiento puede beneficiar a quienes no tienen recursos económicos y la necesidad de consumir de forma responsable.
Combatir el desperdicio de alimentos en América Latina tiene un efecto directo en las vidas de millones de personas, pudiendo contribuir a la erradicación del hambre en la región. Avanzar hacia modelos de consumo y producción realmente sostenibles implica cambios de comportamiento en la sociedad con una idea que debe presidir toda acción: evitar el hambre en un planeta donde, paradójicamente, la comida abunda.
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